Hoy nuestro blog está especialmente dedicado a los camareros. Nos consta que muchos de vosotros ya tenéis experiencia en el sector, pero también hay que dejar aprender a los nuevos intrépidos que se animan a formar parte de él.
En este post vamos a compartir con vosotros algunos consejos recabados de otras webs y de la experiencia propia como consumidores. Algunos os parecerán obvios y básicos, pero otros os abrirán los ojos de cara a futuros trabajos. ¿Empezamos? ¡Vamos allá!
CONSEJOS BÁSICOS DE COMPORTAMIENTO PARA CAMAREROS
1. Hay que presentarse
Saludar educadamente e, incluso, decir vuestro nombre a los comensales, es un buen punto de partida. De este modo, se crea un vínculo mayor y se genera la empatía. Resumiendo: Si los clientes saben que tienes nombre, te verán como un igual y no te tratarán como «ese robot que le lleva las bebidas», sino como a una persona que intenta hacer bien su trabajo y hacer su estancia agradable. Es importante romper barreras siempre y cuando se mantenga la distancia de respeto camarero/cliente.
2. Sonreír
La obviedad más obvia de este blog, lo sabemos. Pero lo recordamos porque es común que estemos tan concentrados en hacer bien nuestro trabajo que no pensemos en la imagen que estamos transmitiendo a quienes tenemos alrededor. Como curiosidad, os contamos que en Seattle se hizo un estudio sociológico con camareros que sonreían y otros que no, y los más amables recibían una propina con un aumento de un 140%. ¡Increíble!
3. Ser agradecidos
Aunque a todos nos guste recibir un buen trato o que sean respetuosos con nuestro trabajo, lamentablemente no siempre es así ni el cliente está obligado a ello. De modo que, si recibes gestos de amabilidad, responde de igual manera, y si te llevas propina… recuerda el segundo punto, sonrisa de oreja a oreja.
4. Rapidez
Un camarero que se precie debe tener muchas habilidades, y entre ellas está la de ser rápido y poder realizar varias tareas a la vez. Siendo camarero tendrás que tomar mil pedidos, comunicarlos a tus compañeros de cocina, recordar que el tiquismiquis de la mesa 7 quiere todo sin sal y, además, sumar los consejos anteriores. La cosa se pone más complicada, pero la satisfacción del trabajo bien hecho no te la quitará nadie.
5. Tienes que estar en forma
«Voy a trabajar, no voy al gimnasio». Ya, ya lo sabemos, esto parece algo fuera de lugar… ¡pero no! ¿Habéis visto a esos camareros sudados, que resoplan o que llevan la bandeja con brazos temblorosos? Eso es lo que se evita precisamente estando en forma. No os exigimos que corráis una maratón, pero sí que evitéis un infarto en pleno servicio.
6. Me toca trabajar… ¡y yo con estos pelos!
Intenta no tener que decir esa frase jamás. Para trabajar en hostelería debes estar presentable, ir aseado y, no solo eso, mostrar una actitud correcta en el trabajo. Nada de llegar tarde o ser informal… de ese modo, amigo, tendrás los días contados en esta profesión.
Añadimos un microconsejo relacionado con ese tema: recordad, maquillaje discreto y natural y prohibido bañarse en colonia, puede espantar a los clientes.
7. Formación
En España existe el llamado síndrome de la «titulitis». Parece que, cuando no hay un papel que lo certifique, no sabes hacer lo que llevas haciendo durante años. Pese a esto, y de nuevo, dirigido a los novatos como camareros, sí es importante al menos tener unas nociones básicas acerca de esta profesión. El empresario lo valorará y tú también estarás más cómodo y seguro de ti mismo.
Dentro de este apartado también destacamos el conocimiento de idiomas. Estamos en la Costa del Sol y recibimos a diario extranjeros deseosos de gastar dinero en nuestros establecimientos, de modo que no nos queda otra que tener buena actitud y aprender para atenderles mejor y seguir ampliando currículum.
CONSEJOS EN EL RESTAURANTE
1. Buena comunicación
Las notas que tomes deben ser entendidas fácilmente. Si divagas al tomar la comanda o tu letra es ilegible puede haber confusiones y generarse un cáos absoluto, de modo que se cuidadoso o acuerda con tus compañeros de cocina un código con el que ser más eficientes.
2. No mientas, o te crecerá la nariz
Nunca intentes esconder un error al gerente, lo único que vas a conseguir es empeorar el problema. Llévatelo a un lugar tranquilo y explícale lo que ha pasado para encontrar una solución lo antes posible.
3. Cada uno en su territorio
Ten muy clara la zona en la que vas a trabajar. No es agradable ver a dos camareros discutiendo por qué clientes les pertenecen…
4. No solo sirves mesas
Debes emplearte a fondo e integrarte bien con el restaurante donde trabajes, y eso se consigue con la experiencia y un poco de picardía. Echa un vistazo a la carta, memoriza los platos que tienen más éxito entre los comensales y no tengas miedo a la hora de recomendar algunas especialidades. De este modo serás apreciado tanto por los clientes como por el gerente.
CONSEJOS CON LOS CLIENTES
1. Atención en todo momento…
… pero sin llegar al acoso y la orden de alejamiento. Debes observar a los clientes sin que sea muy evidente para poder estar disponible para ellos en cuanto lo necesiten.
2. Las prisas no son buenas
Estás disfrutando de tu plato, reservas la mejor parte para el final, te distraes un momento y, de repente… ¡el camarero se lleva tu plato! Hay dos opciones: o gritas desesperado que no se lo lleve, o la vergüenza se apodera de ti y renuncias a ese manjar final… A todos nos ha pasado y ya sabemos lo desagradable que es. Por favor, asegúrate de que todo el mundo ha terminado antes de retirar un plato y están tranquilos y cómodos. Aunque tengas gente esperando en la puerta, más vale un cliente satisfecho que conseguir otros de manera rápida y cabreando al personal.
POSTDATA: Lo mismo ocurre con la cuenta. No presiones para que te paguen, que no está bonito, por el amor de Dios…
3. Analiza las situaciones
Si ves que una pareja está demasiado cariñosa o demasiado tensa, quizás no sea el momento adecuado para intervenir… Este es solo un ejemplo de lo que debemos hacer. Los camareros han de tener mucha psicología e identificar las diferentes situaciones que pueden darse en sus mesas. Poco a poco la experiencia irá diciéndote qué hacer.
4. Respira hondo y no estrangules a nadie
Como bien sabes, hay gente para todo… y de cara al público hay mil anécdotas que contar. Es muy fácil que en hostelería te topes con alguien maleducado, borde o pasado de copas, de modo que mantén la calma y procura que tu actitud siga siendo la misma aunque por dentro estés acordándote de toda su familia.
Y, relacionado con esto, añadimos algo muy importante. No dejes que ese cliente estúpido o cualquier error que hayas cometido (porque todos somos humanos) te arruinen el día. Tómate tu tiempo, serénate y sigue adelante, ¡seguro que eres capaz!
UN POCO DE PROTOCOLO
- Cuando recibas a los clientes, saluda, preséntate e indícales la mesa que más le convenga.
- Lo primero que debes servir es la bebida, eso ya lo tienen claro. Aprovecha para preguntarles qué quieren mientras miran la comida, y recomiéndales algo especial para anotarte un punto extra.
- La bebida se sirve por la derecha.
- El pan, en cambio, se sirve por la izquierda. Como no todos los comensales van a saberse esta norma, cuando montes la mesa intenta poner el pan lo más cerca posible del plato al que corresponde.
- Si vas a poner los cubiertos en la mesa, no cruces tu brazo delante del cliente. Recuerda, los cuchillos y cucharas por la derecha y los tenedores por la izquierda.
- Por favor, por favor, por favor… no metas los dedos en los vasos jamás. Lleva tu inseparable bandeja contigo y no dejes los dedos marcados en todas partes.
- Un restaurante no es el circo del sol ni los camareros equilibristas… no sobrecargues la bandeja.
- Lo que cae al suelo no vuelve a la mesa. La regla de los 5 segundos que utilizamos en casa no sirven para un trabajo, aunque sea una simple servilleta.
- Evita el ruido a la hora de servir. Y, si lo haces, al menos hazlo con gracia y ritmo para sacar a bailar a los clientes.
Esperamos que estos consejos os hayan sido de utilidad. Como os decimos, los camareros aprenden a través de la experiencia y cometiendo errores, pero oye, si ya llevas parte de la lección aprendida de casa, mucho mejor, ¿no?
¿Tenéis más sugerencias? ¿Algún truco para ser un experto en la profesión? ¡Compartid, por favor! ¡Regaladnos sabiduría!
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